La producción española vive un momento único: lejos de detenerse, España se ha consolidado como uno de los países de la Unión Europea con mejores series de ficción. Un salto cualitativo vivido a lo largo de los últimos años que respalda un hecho: nuestro país no solo tiene buenas historias que contar sino, además, sabe hacerlo con calidad. Buenos ingredientes para que muchas de nuestras series de ficción se exporten para llevar la producción con sello español más allá de nuestras fronteras.
Son muchos los motivos que han provocado el boom de la ficción española. Para empezar, una prometedora generación de nuevos actores que no solo han renovado el espectro artístico sino que, además, han aportado nuevos registros interpretativos en lo que supone un auténtico relevo generacional. A ellos se suma que España cuenta con un buen número de actores y actrices de primer nivel. Algo que permite elegir entre las caras nacionales al espíritu de cada personaje.
Pero, más allá de los actores (sin duda, vitales), la buena racha de la ficción española pasa también por una renovación en las historias para contar. Un nuevo espectro de narrativas que han facilitado refrescar la oferta de las series españolas. Porque, más allá de las series de ficción de época (un género que nuestro país ha conseguido ejecutar con una factura de producción impecable), España innova ofreciendo un cambio de registro basado en tramas cada vez más elaboradas y temáticas sorprendentes. Historias distintas que sorprenden y cautivan, no solo por lo que cuentan sino también por cómo lo hacen.
Porque ese es otro de los aspectos vitales para que la ficción española viva el auge que saborea en este momento. No cabe duda de que la calidad técnica de la ficción española es uno de los motivos para que el número de producciones se incremente año tras año. España no solo ha sabido diferenciarse por hacer ficción sino que, además, se ha autoimpuesto un nivel de producción en el que la técnica es aliada. Un hecho al que ha contribuido de manera notable que nuestro país ha apostado por producir con calidad, poniendo a disposición de cada rodaje las últimas innovaciones tecnológicas.
Un buen respaldo tanto para ofrecer productos de ficción cada vez más elaborados como para fomentar el desarrollo de la industria audiovisual de nuestro país. Un póker de ases perfecto para que nuestra ficción sea oscuro objeto de deseo no solo en países europeos sino, también, en el continente americano.