El rodaje de una película no es nada sencillo y requiere la participación de un equipo entre el que distribuir todas las tareas que surgen durante el rodaje cinematográfico. No existe un equipo fijo ni predeterminado para todas las producciones, ya que este dependerá de la complejidad del rodaje y por supuesto del presupuesto con el que se cuente para el proyecto.

En estas semanas en las que todo el mundo habla de la nueva película de una famosa saga, también hemos sabido los nominados en la 30 edición de los premios Goya, tema en el que centraremos el post de hoy.

La gran favorita en esta edición es la película La Novia de Paula Ortiz y su libre adaptación de las Bodas de Sangre de Lorca, que ha obtenido un total de doce nominaciones. Entre las que están mejor película, dirección y guión. Tres categorías en las que competirá con Nadie quiere la Noche de Isabel Coixet, la segunda favorita en esta edición consiguiendo un total de nueve nominaciones.

En un post anterior ya hablamos de los comienzos del cine de la mano de los hermanos Lumiere. Y a pesar de que estos sólo lo vieron como algo destinado a fines científicos, a día de hoy no podemos negar que es una de las principales actividades de entretenimiento y culturales en todo el mundo.

El gran cambio en la visión del cine vino dado por el ilusionista Melies, ya que en sus producciones contaba historias fantásticas, dando lugar al nacimiento del cine narrativo y a la técnica cinematográfica. Además fue uno de los primeros en introducir efectos especiales, aunque algo rudimentarios.

En el post de hoy nos adentraremos en el lenguaje audiovisual centrándonos en los diferentes tipos de planos y su significado, siendo estos la unidad básica de dicho lenguaje.

Cuando hablamos de plano podemos hacerlo desde la perspectiva temporal (toma), lo que la cámara registra desde que se inicia la filmación hasta que se detiene, o desde la perspectiva espacial,  siendo entonces el espacio escénico que vemos en el marco de la imagen o en la pantalla.